Tras pasar 4 meses internado dentro de una unidad de cuidados intensivos por complicaciones con el Covid, un hombre recibió el milagro que tanto esperaba de parte de Dios.
André Miranda da Silva, quien es cristiano y también músico, se contagió de Covid y pasó cuatro meses en un estado muy grave de Porto Alegre en Brasil; hace unos días cantando una canción cristiana fue dado de alta debido a un milagro.
Todo el personal del hospital lo acompañó en su recorrido por los pasillos del hospital para recibir el alta mientras que cantaban “Milagre” del salmista brasilero André Valadão con globos y aplausos.
“Hoy llegará mi milagro, creeré, no dudaré. El precio que se pagó, allá en la cruz. Dame la victoria, en este momento”, cantaron todos.
“La palabra es gratitud, ¿verdad? Una victoria. Todo lo que pasó allí. Toda esa emoción, todos los que me ayudaron, los médicos, las enfermeras, los técnicos. Una película pasó por mi cabeza”, dijo da Silva para los medios locales.
El diagnóstico del hombre era una grave infección por Covid que alcanzó casi el 100% de sus pulmones; debido a su estado crítico fue trasladado en una distancia corta durante tres horas.
Tambien tuvo que hacer uso de un pulmón artificial, proceso que llegó a considerar un trasplante de pulmón.
Las oraciones de su familia fueron la medicina perfecta para da Silva, quien poco a poco mostró mejoría quitándole los sedantes para iniciar su proceso de rehabilitación; su fe en Dios y el deseo de estar en casa fue su mayor motivación para recuperarse pronto.
“Desde el primer día que se sentó en la cama, parece que giró la llave. Al principio, había hasta ocho personas alrededor para garantizar la seguridad mientras estaban de pie. Fue muy, muy colaborador. Su tranquilidad, su positividad fueron muy importantes. El equipo estaba muy comprometido. Todos querían quedarse con André. Fue un período muy difícil en la UCI, en el que muchos pacientes no sobrevivieron. Era una esperanza verlo allí”, recordó Patrícia, la encargada del programa de pulmones artificiales para adultos en el hospital donde estuvo recluido André.
Su esposa, Daisy Holstein Miranda da Silva, atribuye esta recuperación a Dios, pues fue impresionante como pasó de un estado grave a una recuperación casi completa y sin necesidad de un trasplante de pulmón.
“Fue un milagro”, dijo ella, para añadir que su hija y amigos oraron en todo momento por la recuperación de André.
La recuperación del hermano André sigue en casa con su familia y hará sesiones de fisioterapia motora y respiratoria, puesto que sus extremidades están muy débiles.
“A veces pasamos tanto tiempo corriendo, trabajando, pensando en actividades y nos olvidamos un poco del amor a la familia, al hogar. Todo esto me hizo pensar ahora. Tenemos que tener el amor de la familia, estar conectados con Dios. Eso es lo que estamos tomando, nada más. Todo lo que guardamos, todo lo que compramos, todo lo que nos preparamos para tener, nada es más importante que la familia, el amor que tenemos por las personas y el amor que hacemos que las personas nos tengan”, finalizó el hombre a modo de reflexión.